La Premier League es sin duda una de las mejores ligas futbolísticas del mundo en cuanto a calidad y espectáculo. Cada semana congrega a millones de espectadores y atrae a los mejores jugadores del mundo, deseosos de impresionar al más alto nivel futbolístico.
Debido a su carácter competitivo, es habitual que el ganador de la división se decida al final de la temporada. Sin embargo, que el trofeo dependa de los resultados de la última jornada es un evento poco frecuente. Además, es una montaña rusa repleta de adrenalina para todos los aficionados del fútbol inglés.
Manchester City y Arsenal se juegan el título en la última jornada, y ninguno de los dos puede permitirse ningún tropiezo. Ambos deben ganar si quieren entrar en la historia. Si está tan emocionado como nosotros, anímate a leer algunos de nuestros momentos favoritos en las últimas jornadas de la Premier League.
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El susto de Brom
Es una creencia generalizada –y comúnmente demostrada– que si un equipo está al fondo de la tabla en Navidad, su destino está sellado y se ve destinado al descenso a la Championship. En diciembre de 2004, West Brom estaba a ocho puntos de la salvación y todos pensaban que la regla se cumpliría.
Seguía estando en el fondo de la tabla cuando llegó a la última jornada de la liga inglesa. Necesitaba una victoria en Portsmouth y resultados externos favorables si querían asegurarse la supervivencia. Pero, por primera vez en la historia, ningún equipo había confirmado el descenso hasta el último partido, así que todo era posible.
Durante esos 90 minutos, Southampton, Crystal Palace y Norwich se situaron entre los tres últimos y corrieron el riesgo de descender. Pero los goles de Geoff Horsfield y Kieran Richardson dieron la victoria a los Baggies por 2-0 y los mantuvieron milagrosamente en la máxima categoría del fútbol inglés una temporada más.
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8-0 de Chelsea
Al final de la temporada de 2009/10, el Chelsea de Carlo Ancelotti era líder de la Premier League. Estaba sólo un punto por delante de Manchester United, dirigido por Sir Alex Ferguson, que había conseguido el título los tres años anteriores.
Sabiendo que una victoria contra Wigan le daría el trofeo, este fue un partido muy importante para todos los implicados y la tensión era máxima. Sin embargo, a diferencia de otros partidos de esta lista, no hubo una matanza gigantesca ni una recuperación milagrosa. Pero eso no quiere decir que el resultado no fuera sorprendente.
Tras una temprana tarjeta roja a Gary Caldwell, de Wigan, Chelsea se impuso por 8-0, estableciendo un nuevo récord de la Premier League al marcar 103 goles en una sola temporada. Este sigue siendo uno de los mayores márgenes de victoria en la historia de la división.
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El segundo campeón
Tras la creación de la Premier League en 1992, los Red Devils de Sir Alex Ferguson fueron el único equipo en levantar el trofeo por dos temporadas. Sin embargo, en la de 1994/95, Blackburn Rovers llegó a la última jornada con dos puntos de ventaja sobre el United.
Conscientes que una victoria les garantizaría el título, viajaron a Anfield para enfrentarse a un formidable Liverpool. En esa época, los Reds eran dirigidos por el legendario Kenny Dalglish. Mientras tanto, Manchester United visitó la capital para enfrentarse a West Ham United, cuya derrota era casi inminente.
Blackburn se adelantó en el marcador, pero John Barnes consiguió el empate (1-1). El resultado fue el mismo en Londres, lo que significaba que un gol de United le daría la liga por su mejor diferencia de goles.
El desastre llegó cuando Jamie Redknapp marcó el gol ganador para Liverpool. Incluso los fieles de Anfield se quedaron atónitos, pensando que le arruinaron la oportunidad de Blackburn de arrebatarle el título a sus archienemigos.
No obstante, el United no pudo encontrar el gol de la victoria en Upton Park y el partido terminó igualado. Todo Anfield se alegró de que Blackburn Rovers ganara su primer título de la Premier League contra todo pronóstico y contra el aparentemente insuperable United.
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Pasta la vista
Arsenal y Tottenham, acérrimos rivales del norte de Londres, nunca habían tenido el mismo objetivo en lo que se refiere a la Premier League. Sin embargo, en la temporada de 2005/06, ambos tenían la Champions League en el punto de mira. Los Spurs estaban listos para cantar victoria, ya que una victoria frente a West Ham les garantizaba el cuarto puesto y una plaza en Europa.
Por su parte, Arsenal se enfrentaba a Wigan Athletic en el que sería su último partido en Highbury. Un triplete de Thierry Henry dio a los Gunners una cómoda victoria y aumentó la presión sobre los hombres de Martin Jol. Su suerte estaba en sus manos. ¿Qué podía salir mal?
Insólitamente, la noche anterior al partido, al menos 10 jugadores de los Spurs, incluidos titulares clave como Michael Carrick, Robbie Keane y Jermain Jenas, se enfermaron. Los jugadores pensaron que se intoxicaron por la lasaña servida en el hotel Marriott de Canary Wharf, donde se estaban alojando.
El club se puso en contacto con la Premier League, desesperados, para retrasar el partido tres horas, a fin de que los jugadores pudieran recuperarse. Pero la liga se negó y el partido siguió adelante. El presidente del club, Daniel Levy, incluso se puso en contacto con la Policía Metropolitana, ante la sospecha de sabotaje por parte de los aficionados del Arsenal. Una afirmación totalmente injustificada y que más tarde se demostró falsa.
El debilitado equipo de los Spurs no pudo cumplir su parte del trato y perdió el partido por 2-1, perdiendo su plaza en la Champios. Tras una investigación, se reveló que se había propagado un virus en el campo del Tottenham y que ni la lasagna ni el juego sucio eran los culpables. Fue así que pasaron otro año fuera de la competición más prestigiosa de Europa.
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Te juro que nunca volverás a ver algo así
Es muy raro (y emocionante) que el título esté en juego durante la última jornada del torneo. Pero en la temporada de 2011/12, no solo estaba sin determinarse el campeón, sino que estaba entre los rivales cruzados Manchester United y Manchester city.
El City se enfrentaba a QPR en casa y el United visitaba a Sunderland. Los Cityzens de Roberto Mancini sólo necesitaban igualar el resultado del United para ganar la Premier League y la mayoría esperaba que lo hicieran cómodamente. Pero el QPR no se conformó con este destino, y empató a los tres minutos del segundo tiempo gracias a un gol de Djibril Cissé.
A continuación, QPR se quedó con 10 hombres debido a una tarjeta roja, después de que Joey Barton le dio un codazo a Carlos Tévez. Eso no fue todo: procedió a patear a Sergio Agüero y a darle un cabezazo a Vincent Kompany, antes de ser expulsado del juego. Sin embargo, esto no detuvo a QPR, ya que Jamie Mackie logró batir a Joe Hart y quebró el empate en el minuto 66.
A los 90 minutos, el United había vencido 1-0 al Sunderland y esperaba con impaciencia, con todo el equipo titular acurrucado en torno a un teléfono sobre el césped rezando por el pitido final en el Etihad y la gloria en la Premier League.
El City ejerció una presión constante y el portero del QPR, Paddy Kenny, realizó una serie de paradas brillantes para mantener el marcador en 2-1. Al final del tiempo reglamentario se señalaron cinco minutos adicionales, y en el segundo de estos Edin Džeko marcó de cabeza el gol del empate.
Con el United estresado y el City ilusionado, el balón le cayó a Balotelli en el minuto 90+4 y luego a AgüerOOOOOO. El argentino disparó exitosamente, dándole al City el título y, a los aficionados del fútbol, uno de los mejores momentos de la Premier League.
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